No voy a hacer negocio, no voy a firmar contratos, no voy a dar entrevistas- simplemente asistiré a una ceremonia, cenare con alguien aburrido a un lado.
Mientras espero el taxi, hago una lista de los temas que pueden surgir:
A) Comentarios sobre el aspecto
B) Viajes recientes
C) Nuevas terapias
D) Pequeñas quejas personales
E) Fiestas intelectuales
Entro a un restaurant de los mas elegantes de la ciudad, me dirijo a una sala reservada para el suceso, todos de pie hablando, algunos me saludan, otros simplemente me miran y comentan algo entre ellos, el organizador del premio viene hacia mi, me presenta ala gente que esta allí, siempre con la frase irritante: “este ya sabes quien es”. Algunos sonríen y me reconocen, otros simplemente sonríen, no me reconocen, pero fingen que saben quien soy- por que admitir lo contrario seria aceptar que el mundo en el que Vivian ya no existe, he hecho mi propio catalogo de gente que frecuenta eventos como ese. El 10% son socios gente con poder de decisión, el 2% son los “talentos” que tienen un futuro prometedor el 3% son los “tupamaros” infiltrados que no saben si seguir ahí o irse a otra fiesta son ansiosos y quieren demostrar que tienen talento pero no son invitados y si son identificados dejan de recibir atención, finalmente el otro 85% son los “bandejas” jajaja ellos por que no hay fiesta sin este utensilio no saben que esta sucediendo pero saben que es importante estar ahí y son ex alguna cosa importante –ex banquero, ex director, ex mujer de alguien que tiene poder, son condes en algún lugar en algún lugar en el que ya no hay monarquía, princesas y marquesas que viven de alquilar sus castillos. Van de una fiesta a otra- me pregunto, ¿es que no se aburren?
Después de varias conversaciones sobre quien ejerció mas presión para ganar el premio de aquella noche, el maestro de ceremonias sube al palco, pide que todos se sienten en los sitios asignados en la mesa, me voy a la mesa principal, estoy entre la directora de una compañía de coches, que patrocina la fiesta y una heredera que decidió invertir en arte, también con el director de una empresa de perfumes, un príncipe árabe, un banquero israelita, el organizador de la noche, el cónsul de Francia y una muchacha rubia, no se que hace ahí, pero deduzco que es una posible amante del organizador.
Como había previsto en mi lista de conversaciones en fiestas empieza a girar en torno a eventos culturales, todos demuestran una gran cultura, todos saben analizar con perfección el estado de la política actual o los problemas a los que se enfrenta.
-¿Qué tal si hablamos de algo diferente? La demás y es peor aun querer concentrar la atención en uno mismo.
-podemos hablar del “acomodador” un momento de nuestra vida en el que desistimos de seguir adelante y nos conformamos con lo que tenemos.
-¿significa adulterio? Pregunta el organizador del evento.
-No.
-sexo!- grita la rubia que nadie sabe quien es. -¿Por qué no hablamos de sexo? ¡es mucho mas interesante y menos complicado!
-el sexo es realmente interesante, pero no creo que sea algo diferente hablar sobre eso ya no esta prohibido, además de ser un pésimo gusto- comenta alguien.
-¿podría sabes entonces que es lo que esta prohibido? –el organizador del evento esta empezando a sentirse incomodo.
Nicky -el dinero, por ejemplo. Aquí todos tenemos o fingimos tener dinero. Creemos que hemos sido invitados por que somos ricos, famosos o influyentes. Pero ¿alguna vez hemos usado este tipo de cenas para saber realmente cuanto gana cada uno? Ya que estamos seguros tan seguros de nosotros mismos, somos tan importantes, ¿Qué tal si vemos nuestro mundo tal como es, y no como lo imaginamos?
-¿A dónde quiere llegar? Pregunta la ejecutiva de coches.
Esta historia continuara...
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