Una señora regresaba a Caracas en avión después de unas vacaciones y, en el asiento de al lado, viajaba un cura.
Antes del aterrizaje, ella le dice:
- Padre, ¿Puedo pedirle un favor?
- Sí, hija mía, ¿Qué quieres?
- Mire, Padre, compré en Miami un depilador eléctrico súper sofisticado, muy caro y tengo miedo de que supere mi límite en la Aduana. ¿Podría usted esconderlo debajo de su sotana?
Al llegar al destino, en el aeropuerto, el Inspector de Aduana le pregunta al sacerdote:
- ¿Algo que declarar, Padre?
A lo que el cura responde:
- De la cabeza a la cintura, nada que declarar, hijo mío.
Medio extrañado, el inspector le pregunta:
- ¿Y de la cintura para abajo, qué tiene?
Allí abajo tengo un instrumento para mujeres que nunca he usado.
El inspector muerto de la risa, le dice:
- Adelante, ¡el próximo de la fila!
7 comentarios:
jajajajaja..
..
:D
buen chist...
saludos!!!
chale no manches que asco yo por eso mejor hago pastel en mi casa
jajaja
saludos!!
afortunadamente mi abuela no hace pasteles XD
que manchado el video XD XD
ahh por cierto.. buena idea de llevar a un padre consigo o minimo un traje de sacerdote =D
saludos!!
jajajajajaj oye nicky como estas? buen post como siempre me lo ganaste!!!!! XD
insisto que algien que te conoce me conoce tambien porque me acaba de llegar por mail jajajajaja
jojojojojoj pobre viejitaaa
jejeje chale inshe padrecito mañoso... pero así son... si los conoceré...
y si, esa viejita se pasa, el pastel ha de haber quedado saladito saladito...
JAJAJAJAJA
saludos
jajaja el video esta bueno jajaja
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